Txoko:
- Rincón.
- Lugar recogido donde se está a gusto.
No se necesita demasiado espacio para pintar miniaturas, es obvio, apenas una mesa bajo un buen foco de luz. Hay quien no dedica un sitio fijo a ello, pintores de fin de semana que montan su tallercito en cualquier mesa y recogen al terminar, pero si pintas con más frecuencia acabarás buscándote un lugar permanente donde dejar tus bártulos y piezas en proceso. Y progresivamente irás completándolo con cajones para los materiales, estanterías para documentación y trastos, y alguna vitrina para guardar tu colección, hasta crear un rincón adecuado para la tarea. Si te dedicas a ello profesionalmente esto último es una necesidad, claro.
Yo tengo una oficina para ejercer otra actividad y en ella he tenido la suerte de poder montarme mi txoko de pintura. Es esa mesa abigarrada que podéis observar en la foto.
Y en esta otra la caja que llevo dentro, con figuras tal y como suelo transportarlas.
La pinté hace ya algunos años para proteger la madera, y lo hice de anaranjado intenso, simplemente porque me sobraba un bote de aerosol de ese color. Al principio me disgustaba, pero ahora me parece un tono muy adecuado, porque contrasta con el negro del maletín y ejerce de llamada de atención una vez abierto, aspecto importante cuando se transporta material delicado.
En la siguiente foto se aprecia mejor el interior, con figuras listas para ser transportadas. Están pegadas con Blu-Tack, una masilla reutilizable que muchos conoceréis. Es uno de los mejores métodos para sujetar piezas que no pesen demasiado, ya que se adhiere y despega fácilmente, y absorbe los impactos y vibraciones.
Si alguna vez veis a un tipo entrando en una juguetería de Donostia con un maletín como este, o han llamado a un médico, o soy yo que voy a entregar figuras.