Una vez abierto, el kit presenta el aspecto que podéis ver en la foto superior. La fundición y el encaje de mi copia eran excelentes y, tratándose de Pegaso, supongo que estas condiciones se repetirán en el resto.
Yo taladré e inserté los consabidos pedacitos de clips en el resto de la uniones.
Una vez montada presentaba este soberbio aspecto.
La imprimé con esmalte gris mate de Humbrol y la pinté, como es habitual en mí, con acrílicos Modelcolor.
La macana o hacha de guerra.
El astil de madera lo resolví aplicando humo de Tamiya sobre una base ya iluminada de ocre claro. Si se aplica con "arte", esta tinta dota a la base de un aspecto veteado muy realista. La lama es de piedra obsidiana, y la iluminé partiendo del negro antes de barnizarla en semibrillante, incidiendo en las zonas de filo.
A continuación imágenes de mi pieza ya terminada.
Utilicé como terreno la base que venía en la caja, exigencias de trabajo en mi caso, y, aunque no está mal del todo, para dignificarla o presentarla a concurso recomiendo ser más creativo en este aspecto.
Ya que las referencias gráficas de estos guerreros son escasas, consideré los dibujos de la piel como pinturas y no tatuajes y los realicé sobre una base de azul turbio muy oscuro, casi negro, subiendo luces desde ahí. Hay quién me ha dicho que quizás son muy oscuros, que contrastan demasiado con la piel, y no le quito razón.
Supongo que, a estas alturas, nadie necesitará mi confirmación pero, por si hubiese alguna duda, diré que la figura me parece excelente, por la corrección anatómica, la dinámica y conseguida pose y las posibilidades de decoración que ofrece. Y como el rigor histórico es casi imposible en esta pieza, recomiendo considerarla como una figura de fantasía y divertirse con ella a la hora de pintarla.
¡Yo lo hice!