lunes, 22 de marzo de 2010

Guerrero celta S. IV a.C. en 75mm.


Me encargaron pintar esta pieza tal y como se muestra en la ilustración de la caja, cuestión que a veces puede resultar un alivio y otras un aburrimiento. Un alivio si la pieza se presta a múltiples interpretaciones, ya que copiar de la foto te evita el trabajo de buscar y contrastar documentación, y un aburrimiento si no es la primera vez que la pintas y has de repetir la faena.
Por suerte, aunque esta pieza lleva ya cierto tiempo en el catálogo de Pegaso Models yo no la había pintado antes, así que disfruté de la novedad y además me ahorré el buscar documentación.

Benoit Cauchies es un escultor bastante naturalista y eso a veces es un problema. Hay que tener en cuenta que las figuritas, más que una representación fiel de la realidad o de un momento concreto de esta, han de ser arquetipos, con poses que nos transmitan una idea global del ambiente y la época en que se movía el personaje representado. No pocas veces, por lograr una pose dinámica o unos detalles muy concretos, se descuida este aspecto. Tampoco hay que olvidar la cualidad de objeto decorativo que debe poseer toda miniatura, claro.

A mi entender, esta vez Benoit a cubierto suficientemente los dos objetivos:
La figura representa fielmente la idea del celta centroeuropeo, alto, robusto, de largas trenzas y bigote rubios, y la pose, taciturna y espectante, e incluso el escaso terreno que se aporta, lo sitúan en su entorno natural propio.
Además con la pintura se añaden detalles característicos como el ajedrezado del escudo, el original estandarte de bronce, el dibujo del astil, la decoración de las armas o la capa cuadriculada, precursora de los tartanes, que, además de definir su pertenencia a una cultura concreta, la dotan de una vistosidad que la convierte en un objeto decorativo de primer orden.

A continuación unas fotos de cómo la resolví.





Lamento que algunas fotos estén desenfocadas y que no pueda aportar las del proceso... ¡Tenía muchas más pero las borré por error!

No puedo decir que sea cómoda de pintar, los ajedrezados, tartanes y líneas del tejido son trabajosos, pero el resultado me convenció plenamente.
Es una figura que recomiendo por original, vistosa, y por el aspecto monumental que adquiere una vez pintada.

1 comentario:

Unknown dijo...

hermosa y que paciencia