Abajo una de las cajas que formaban el regalo.
El material es un plástico elástico, casi goma dura, brillante y semitrasparente. Un material extraño para pintar. Lo imprimé con esmalte mate, pero decidí pintarlo con acrílicos Hidralux satinados, pues quería mantener la esencia artificiosa y plástica de la figura. También evité el excesivo contraste en las sombras, por el mismo motivo.
La superficie era escurridiza y los degradados no quedaron todo lo uniformes que hubiera deseado.
Ya puestos a pintar una obscenidad, decidí hacerlo lo más obsceno posible, practicando las transparencias.
Tengo un par por pintar, que emplearé para alegrar mi vejez, ja ja ja
Un abrazo.
2 comentarios:
Sí... Claro... Alegrías de las vejes... aja
Oye, pues estará exagerada, será en exceso longuilínea, pero tiene morbo la japonesita. Y los otros dos ¿qué son? ¿japonesitas? ¿donostiarras? De Bilbao, pues???
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